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Un Domingo por la noche en la Condesa, un lugar donde puedes disfrutar con la familia, buena música para todos los gustos, una buena copa de vino, buena compañía y sobre todo el calor de sus gentes.
Mi rincón muere por ti, mis deseos claman por ti,
y fue ahí donde llegamos al mas puro sexo,
¿Cuando fue que por primera vez te sentiste culpable por acto tan divino?
cuando sentiste
el pecado original del que tanto te acusan?
Tiene mi tierra sureana,
Sabor a coco, sabor a sal,
y el aroma de los cielos
en el perfume del mar.
Desde la esquina de mis labios hasta la punta de tu boca.
Ahí abrazándome bajo la lumbre de la luna,
en el antojo de un beso perdido y dulce
vas cobijando el anhelo de tus ganas,
Pasas del delirio contenido a la mas pura pasión.
¿que emanas tu deseo el principio de tu vida
desde ... antes de todo esto, quien te ha prohibido tus besos y tu ternura divina?
dime tu mujer herida¿quien ha querido llenarte de espinas?
Acapulqueño, tu sonrisa de felicidad son como las olas, dejando ver tus dientes
como corales marinos, tu cuerpo arde, tus ojos refulgen como las estrellas....
Se desmayan las palmera
por el viento y por el sol,
y los paisajes le visten
de mano jade y arrebol.
Entonces, estrechándote en mis brasos, mi cuerpo se perfuma
con tu olor de mujer.
Y destilas el aroma;
a tierra mojada, a arenas húmedas, olor a bosque
en esos días lluviosos,
a la hierba recién regada
a cultivo de flores,
Siente ahora el cielo y el mar, la arena y las finas caracolas,
juntos por primera vez estamos meciéndonos pegaditos como las olas, ábreme
tu mar de agonías intensas, despójate de tu piel
y siente el fuego de mi pasión
anidando en tus entrañas, aquí, ahora, gozandonos en esta playa.
La virgen de la caridad de tu cuerpo se fue, dando pasos a Venus,
se fue lejos y no la puedes ver, nos esta, allá en el mar, sonriendo
Hoy sentiste el amor verdadero, hoy renaciste de tus cenizas, eres fuego, lo
sentí muy adentro y así, nos fuimos amando hasta caer desmayados por tantos
excesos, he ahí nuestros orgasmos, por la fina arena van desapareciendo y van
surgiendo de sus granos la flor del amor verdadero.
En plena primavera, a la bravura de tu cuerpo desnudo cual sirena sumergida en
el mar de mis abrasos.
Hueles a sabor de la brisa
del mar, a cocoteros
y árboles frutales.
Es un paraíso eterno
sol y arena,
alba espuma de sal,
conchas y caracolas
adornan tu traje de mar.
¡ Y te sientes atrapada en la esencia
de un alma nuevamente enamorada!
Dentro de mi ya no quedan dudas, dentro de ti, todo un mundo nuevo he
echo, espero que nunca lo destruyas que yo te recordare en cada beso y
aunque a la mar no vuelvas mas ni te sientas en la orilla, piensa que allí te
conocí y con frenesí te hice el... ! Amor en Acapulco!
!Amor en Acapulco!
El Poeta de Fuego.
Sabor a Coco, Sabor a Sal
Jesús Ramiro
drserna@hotmail.com
protector002@gmail.com
